martes, 18 de noviembre de 2008

SANTA CLARA DE ASIS


Nació en Asís, Italia, en 1193. Su conversión hacia la vida de plena santidad se efectuó al oír un sermón de San Francisco de Asís.
Cuando ella tenía 18 años San Francisco predicó en Asís los sermones de cuaresma y allí insistió en que para tener plena libertad para seguir a Jesucristo hay que librarse de las riquezas y bienes materiales.

En secreto se fue a buscar al santo para pedirle que la instruyera en el modo de lograr conseguir la perfección cristiana. El le dijo que había que desprenderse de todo, la animó a dejar la vida de riquezas y comodidades que llevaba y dedicarse a una vida pobre, de oración y penitencia.
El Domingo de Ramos del año 1212 Clara asistió a la celebración pero estaba tan emocionada y fuera de sí que no pasó a recibir la palma. Entonces el señor obispo se fue para la banca donde ella estaba y le puso en sus manos la palma bendita. Y aquella noche, a medianoche, acompañada de una sirvienta, salió secretamente de su casa, (rica mansión de familia muy acomodada) y se fue a dos kilómetros de distancia, donde San Francisco vivía pobrísimamente en un sitio llamado La Porciúncula.

Allá la estaba aguardando el santo, el cual salió a recibirla junto con sus frailes, llevando todos lámparas encendidas y cantando de alegría. De rodillas ante San Francisco, hizo Clara la promesa de renunciar a las riquezas y comodidades del mundo y de dedicarse a una vida de oración, pobreza y penitencia.
El santo, como primer paso, tomó unas tijeras y le cortó su larga y hermosa cabellera, y le colocó en la cabeza un sencillo manto, y la envió a donde unas religiosas que vivían por allí cerca, a que se fuera preparando para ser una santa monja.

Cuando los hermanos que eran muy ricos y esperaban casar a Clara con algún millonario hacendado, se dieron cuenta de la ausencia de la muchacha se dedicaron a buscarla por todas partes. Al fin la encontraron en el convento en donde se había refugiado y quisieron llevársela a la fuerza. Ella se agarró a los manteles del altar, que se rasgaron
ante tanta violencia de los atacantes, y cuando se la iban a llevar, Clara se descubrió la cabeza rapada y les dijo: "Por amor a mi Cristo Jesús he renunciado totalmente a todo amor por lo material y mundano". Los hermanos al verla así y tan resuelta, desistieron de tratar de llevársela. San Francisco hizo que Clara se fuera a vivir junto a la Iglesia de San Damián en Asís, en una pobre y humilde casita.

Y he aquí que su hermana Inés y su propia madre decidieron irse también de monjas con ella. Y muchas muchachas más se dejaron atraer por esa vida de oración y recogimiento, y así pronto el convento estaba lleno de mujeres dedicadas a la santidad. Francisco nombró a Clara como superiora de la comunidad, y aunque ella toda la vida trató de renunciara al puesto de superiora y dedicarse a ser una sencilla monjita de segundo orden, sin embargo por cuarenta años será la priora del convetno y las monjitas no aceptarán a ninguna otra en su reemplazo mientras ella viva, y es que su modo de ejercer la autoridad era muy agradable y lleno de caridad.
Servía la mesa, lavaba los platos, atendía a las enfermas, y con todas era como una verdadera mamacita llena de compresión y misericordia. A los pocos años ya había conventos de Clarisas en Italia, Francia, Alemania y Checoslovaquia. Y estas monjitas hacían unas penitencias muy especiales, inspiradas en el ejemplo de su santa fundadora que era la primera en dedicarse a la penitencia.

No usaban medias, ni calzado, se abstenían perpetuamente de carne, y sólo hablaban si las obligaba a ello alguna necesidad grave o la caridad.
La fundadora les recomendaba el silencio como remedio para evitar innumerables pecados de lengua y conservarse en unión con Dios, y alejarse de dañosas distracciones del mundo, pues si no hay silencio, la mundanalidad se introduce inevitablemente en el convento.
No contenta con las mortificaciones que las demás monjitas hacían, Santa Clara ayunaba a pan y agua los cuarenta días de cuaresma y los días anteriores a las grandes fiestas. Y muchos días los pasó sin comer ni beber nada.
Dormía sobre una dura tabla y por almohada tenía un poco de pasto seco. San Francisco y el obispo de Asís le mandaron que no dejara pasar un día sin comer aunque fuera un pedazo de pan.

Poco a poco la experiencia le fue enseñando a no ser demasiado exagerada en penitencias porque se le dañaba la salud. Y más tarde escribirá a sus religiosas: "Recuerden que no tenemos cuerpo de acero ni de piedra.
Por eso debemos moderar los exagerados deseos de hacer penitencias, porque la salud puede sufrir daños muy serios". Siguendo las enseñanzas y ejemplos de su maestro San Francisco, quiso Santa Clara que sus conventos no tuvieran riquezas ni rentas de ninguna clase. Y aunque muchas veces le ofrecieran regalos de bienes para asegurar el futuro de sus religiosas, no los quiso aceptar.

Al Sumo Pontífice que le ofrecía unas rentas para su convento le escribió: "Santo Padre: le suplico que no me absuelva ni me libre de la obligación que tengo de ser pobre como lo fue Jesucristo". A quienes le decían que había que pensar en el futuro, les respondía con aquellas palabras de J esús: "Mi padre celestial que alimenta a las avecillas del campo, nos sabrá alimentar también a nosotros".

Hoy las religiosas Clarisas son 18,000 en 1,248 conventos en el mundo. Una vez llegaron unos soldados mahometanos, terribles anticatólicos, a atacar el convento, destrozar y matar.
Las monjitas se fueron a rezar muy asustadas; y Santa Clara que era extraordinariamente devota al Santísimo Sacramento, tomó en sus manos la custodia con la hostia consagrada y se les enfrentó a los atacantes. Ellos sintieron en ese momento tan terrible oleada de terror que salieron huyendo sin hacerles mal. Otra vez los enemigos atacaban la ciudad de Asís y querían destruirla.

Santa Clara y sus monjitas oraron con toda fe ante el Santísimo Sacramento y los atacantes se retiraron sin saber por qué. 27 años estuvo enferma nuestra santa, pero su enfermedad la soportaba con paciencia heróica. En su lecho bordaba y hacía costuras, y oraba sin cesar. El Sumo Pontífice la visitó dos veces y exclamó: "Ojalá yo tuviera tan poquita necesidad de ser perdonado, como la que tiene esta santa monjita". Cardenales y obispos iban a visitarla y a pedirle sus consejos.

San Francisco ya había muerto, y tres de los discípulos preferidos del santo, Fray Junípero, Fray Angel y Fray León, le leyeron a Clara la Pasión de Jesús mientras ella agonizaba. La santa repetía: "Desde que me dedique a pensar y meditar en la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo, ya los dolores y sufrimientos no me desaniman sino que me consuelan". El 10 de agosto del año 1253 a los 60 años de edad y 41 años de ser religiosa, se fue al cielo a recibir su premio.

Santa Clara bendita: no dejes nunca de rogar a Dios por nosotros.

martes, 27 de mayo de 2008

LUQUESIO Y BUONADONNA PRIMEROS FRANCISCANOS SEGLARES

Luquesio y Buonadonna de Poggibonsi, Beatos
Terciarios Franciscanos, Abril 28

Luquesio y Buonadonna de Poggibonsi, Beato Luquesio nació en Gaggiano, caserío del Chianti. Siempre había deseado seguir la carrera de las armas y era del partido de los Güelfos. Pero después de haber participado en las luchas políticas a sus propias expensas, decidió retirarse y se trasladó a Poggibonsi (Siena), donde comenzó a ejercer el comercio con lo cual recuperó su holgura económica perdida en las lides políticas. Casado, era muy consciente de que una mujer es muy buena si no malgasta la hacienda. Pero poco a poco, de avaro que era, comenzó a ser generoso y fue acercándose paulatinamente a las prácticas piadosas, al igual que su mujer. Ambos esposos eran bien diferentes de lo que habían sido de jóvenes.
En aquel tiempo pasó por la región San Francisco, a quien Luquesio conocía ya como hijo de su colega Pedro de Bernardone, pero luego logró conocerlo también como santo y lo alojó gustoso en su casa. Impresionados por su espíritu de pobreza y sencillez, él y su esposa Buonadonna fueron a preguntarle a San Francisco cómo podían ellos, casados y con hijos, seguir el camino del Evangelio y poder tener una regla como ya les había dado a los Hermanos y a las Hermanas. Debía ser una norma de vida cuya observancia sirviera para imitar a aquellos que se habían consagrado a Dios.
Con tal fin Francisco venía pensando ya de tiempo atrás en una institución que agrupase bajo una regla de vida también a los laicos casados y trabajadores, que por lo mismo no podían observar completamente los tres votos de castidad, pobreza y obediencia. Lo que en última instancia lo llevó a concretar esta idea fue la petición de los dos esposos de Poggibonsi. Señaló a Luquesio y a su mujer un vestido semejante al de los Hermanos. Más tarde les envió la regla de la llamada «Tercera Orden Franciscana», definida como «medula del santo Evangelio».
Los terciarios franciscanos se difundieron rápidamente y de manera sorprendente, puede decirse que en los siglos sucesivos muchos en Europa fueron terciarios franciscanos. En Italia, entre las glorias de la Tercera Orden se cuentan Giotto de Bondone, Dante Alighieri y Cristóbal Colón. La tradición según la cual los dos esposos de Poggibonsi fueron los dos primeros terciarios franciscanos no es segura. Pero ellos fueron los primeros en alcanzar la gloria del altar porque en Poggibonsi el culto a los beatos Luquesio y Buonadona comenzó inmediatamente después de su muerte.
Muchos episodios, prodigiosos o edificantes se narran acerca del resto de su vida, que ciertamente se desarrolló santamente, en busca de una perfección siempre creciente, siguiendo cada vez más estrictamente la regla dada por San Francisco para la Tercera Orden. Luquesio y Buonadona fueron los primeros en practicarla, como medio de honestidad, de paz y de amor en la tierra, y de eterna bienaventuranza en el cielo. Murió el 26 de abril de 1260 y su cuerpo se venera en la iglesia de los hermanos menores.
Inocencio XII en 1694 concedió oficio y misa en su honor.
PAZ Y BIEN

lunes, 26 de mayo de 2008

SANTA ISABEL DE HUNGRIA OFS-TOR

SANTA ISABEL DE HUNGRÍA (1207-1231)
Fiesta 17 de noviembre


Conferencia de la Familia Franciscana HEMOS CREÍDO EN EL AMOR Carta con motivo del VIII centenariodel nacimiento de Santa Isabel de Hungría (17-XI-06)
A todas las hermanas y hermanos de la Familia Franciscana, de manera especial, a todas las hermanas y hermanos de la Tercera Orden Regular y de la Orden Franciscana Seglar, que se honran en tener a Santa Isabel como patrona: La misericordia de Dios inunde vuestros corazones.

LEYENDA Y VIDA DE ISABEL

Su vida ha sido entretejida de leyendas, fruto de la veneración, de la admiración y de la fantasía, que plasman facetas importantes de su personalidad. Pero nos interesa más la historia que se esconde detrás de las leyendas. Queremos conocer su personalidad, su genio, su santidad única y provocativa. Las leyendas que envuelven su persona son los colores vivos de su imagen, son la metáfora de los hechos; no las podemos tampoco desechar.
¿Quién fue Isabel? Una princesa de Hungría que nació en 1207, hija del rey Andrés II y de Gertrudis de Andechs-Merano. Según la tradición húngara, nació en el castillo de Sárospatak, uno de los preferidos por la familia real, al norte de Hungría. Como fecha, la tradición suele indicar el 7 de julio. Podemos retener como seguro sólo el año.
Siguiendo los usos vigentes entre la nobleza medieval, Isabel fue prometida como esposa a un príncipe alemán de Turingia. A la edad de cuatro años (1211), fue confiada a la delegación germana que fue a recogerla en Presburgo, entonces la plaza fuerte más occidental del reino de Hungría.
Fue educada en la corte de Turingia, junto a los otros hijos de la familia condal y junto al que sería su esposo, como era costumbre entonces. Se casó a los catorce años con Luis IV, landgrave o gran conde de Turingia. Tuvo tres hijos. Enviudó a los veinte años. Murió a los 24, en 1231. Fue canonizada por Gregorio IX en 1235. Un récord de vida densa y crucificada, para escalar la santidad más elevada y ser propuesta como ejemplo imperecedero de abnegación y entrega.
Hay un malentendido arraigado entre el pueblo cristiano, debido a las leyendas y biografías populares poco rigurosas, que sostienen que Isabel fue reina de Hungría. Pues bien, jamás fue reina ni de Hungría ni de Turingia, sino princesa de Hungría y gran condesa o landgrave de Turingia, en Alemania. Tradicionalmente se representa a Isabel con una corona que usaba no como reina, sino como princesa o gran condesa.

ESPOSA Y MADRE

Las compañeras y doncellas de Isabel nos cuentan que su peregrinación hacia Dios empezó en la tierna infancia: sus juegos, sus ilusiones, sus oraciones apuntan desde sus primeros años hacia un más allá.
En 1221, a los 14 años, se casó con el landgrave Luis IV de Turingia. Luis e Isabel habían crecido juntos y se trataban como hermanos. La boda tuvo lugar en la iglesia de San Jorge de Eisenach.
Hasta 1227, Isabel fue ejemplar esposa, madre y landgrave o gran condesa de Turingia, una de las mujeres de más alta alcurnia del imperio.
Las relaciones matrimoniales entre ellos no fueron según el estilo común de la época, de ordinario marcadas por razones políticas o de conveniencia, sino de afecto auténtico, conyugal y fraterno.
De casada, Isabel dedicaba mucho tiempo a la oración en las altas horas de la noche, en la misma cámara matrimonial. Sabía que se debía a Luis totalmente, pero había oído ya la invitación del "otro esposo": "Sígueme". De este amor con dos vertientes manaba, sin embargo, un profundo gozo y plena satisfacción, no el conflicto de una escisión interior. Dios era el valor supremo e incondicional que alentaba todos los otros amores al esposo, a los hijos, a los pobres.
El milagro de las rosas que ha tejido la leyenda, no expresa bien estas relaciones matrimoniales. Cuando Isabel se vio sorprendida por su esposo con la falda cargada de panes, no tenía motivo alguno para esconder sus propósitos misericordiosos al marido. No tenía razón de ser que aquellos panes se convirtieran en rosas. Dios no hace milagros inútiles.
Isabel tuvo tres hijos: Germán, el heredero del trono, Sofía y Gertrudis; ésta última nació cuando ya había muerto su esposo (1227), víctima de la peste, como cruzado camino de Tierra Santa. Ella contaba solamente 20 años.
Con la muerte de Luis, murió también la gran condesa y se acentuó la hermana penitente. Se discute entre los biógrafos si fue echada del castillo de Wartburgo o se marchó. La respuesta a su soledad y al abandono fue el canto de agradecimiento que pidió entonar en la capilla de los Franciscanos, el Te Deum.

ISABEL, PENITENTE FRANCISCANA

Isabel de Hungría es la figura femenina que más genuinamente encarna el espíritu penitencial de Francisco. Había ya numerosos penitentes franciscanos; muchos hombres y mujeres del pueblo seguían la vida penitencial marcada por san Francisco y predicada por sus frailes.
Los hermanos menores llegaron a Eisenach, la capital de Turingia, a finales de 1224 o principios de 1225. En el castillo de Wartburgo residía la corte del gran ducado, presidida por Luis e Isabel.
La predicación de los frailes menores entre el pueblo, predicación que habían aprendido de Francisco de Asís, consistía en exhortar a la vida de penitencia, es decir, a abandonar la vida mundana, a practicar la oración y la mortificación, y a ejercitarse en las obras de misericordia. Este estilo de vida lo describe Francisco en la Carta a todos los fieles penitentes.
Un tal fray Rodrigo introdujo en la vida de penitencia a Isabel, ya predispuesta para los valores del espíritu. Los testimonios de su franciscanismo, que aparecen en las fuentes isabelinas, son innegables:
-- Consta que Isabel cedió a los frailes franciscanos una capilla en Eisenach.
-- También, que hilaba lana para el sayal de los frailes menores.
-- Cuando fue expulsada de su castillo, sola y abandonada, acudió a los Franciscanos para que cantaran un Te Deum en acción de gracias a Dios.
-- El Viernes Santo día 24 de marzo de 1228, puestas las manos sobre el altar desnudo, hizo profesión pública en la capilla franciscana. Asumió el hábito gris de penitente como signo externo.
-- Las cuatro doncellas, interrogadas en el proceso de canonización, también tomaron este hábito gris. Esta "túnica vil", con la que Isabel quiso ser sepultada, significaba que la profesión religiosa le había conferido una nueva identidad.
-- El hospital que fundó en Marburgo (1229) lo puso bajo la protección de san Francisco, canonizado pocos meses antes.
-- El autor anónimo cisterciense de Zwettl (1236), afirma que "vistió el hábito gris de los Frailes Menores".
El empeño demostrado por Isabel en vivir la pobreza, regalarlo todo y dedicarse a la mendicidad, ¿no eran las exigencias de Francisco a sus seguidores?
Estos testimonios vienen corroborados por otras fuentes que ilustran la vida penitencial de Isabel, tales como las reglas y otros documentos franciscanos, el Memoriale propositi o regla antigua de los penitentes, las semejanzas o conformidades entre Isabel y Francisco.

LAS DOS PROFESIONES DE ISABEL

En las fuentes biográficas encontramos dos profesiones de Isabel y dos maneras de hacer la profesión que estaban en uso entonces. Con la primera entró en la Orden de la Penitencia, todavía en vida de su esposo. Con sus manos en las manos del visitador, Conrado de Marburgo, prometió obediencia y continencia. Conrado era un predicador de la cruzada, pobre y austero, probablemente sacerdote secular. Isabel, con el consentimiento de Luis, lo eligió personalmente porque era pobre. Los visitadores no tenían que ser necesariamente franciscanos. San Francisco, en la Regla no bulada (1221), ordena que "ninguna mujer en absoluto sea recibida a la obediencia por algún hermano, sino que, una vez aconsejada espiritualmente, haga penitencia donde quiera" (1 R 12).
Con Isabel profesaron además tres de sus doncellas o compañeras, que formaron una pequeña fraternidad de oración y vida ascética bajo la guía de su superior-visitador Conrado.
Después de la muerte de Luis su esposo, las doncellas acompañaron a Isabel en su exilio del castillo hacia el reino de los pobres. Fueron su aliento en las horas amargas de soledad y abandono. Junto con ella emitieron una segunda profesión pública el Viernes Santo de 1228, viniendo a formar así una fraternidad religiosa. Sus doncellas recibieron como ella el hábito gris y se empeñaron en el mismo propósito de testimoniar la misericordia de Dios; comían y trabajaban juntas, salían juntas a visitar las casas de los pobres o a buscar alimentos para repartirlos a los necesitados. Al regresar, se ponían a orar.
Se trataba de una verdadera vida religiosa para mujeres profesas, sin clausura estricta y dedicadas a una labor social: servicio a los pobres, marginados, enfermos, peregrinos... Era una forma de vida consagrada en el mundo.
Pero la aprobación canónica de semejante estilo de vida comunitaria femenina, sin clausura estricta, tuvo que esperar siglos para ser reconocido por la Iglesia. La vida en el monasterio era entonces la única forma canónica admitida por la Iglesia para las comunidades religiosas de mujeres.
Isabel, sin duda, supo coordinar ambas dimensiones de vida, la de la intimidad con Dios y la del servicio activo a los pobres: "Mariam induit, Martham non exuit", vistió el hábito de María, pero no se despojó del de Marta.
Hoy las congregaciones femeninas de la TOR son unas 400, con más de cien mil religiosas profesas, que siguen las huellas de Isabel en la vida activa y contemplativa, y pueden llamarse sus herederas.

PRINCESA Y PENITENTE MISERICORDIOSA

La breve vida de Isabel está saturada de servicio amoroso, de gozo y de sufrimiento. Su prodigalidad y trato con los indigentes provocaba escándalo en la corte de Wartburgo; no encajaba en su medio. Muchos vasallos la tenían como una loca. Aquí encontró una de sus grandes cruces: vivió crucificada en la sociedad a la que pertenecía y entre aquellos que desconocían la misericordia.
En el ejercicio pleno de su autoridad, cuando era todavía la gran condesa y en ausencia de su marido, tuvo que afrontar la emergencia de una carestía general que hundió al país en el hambre. No dudó en vaciar los graneros del condado para socorrer a los menesterosos. Isabel servía personalmente a los débiles, los pobres y los enfermos. Cuidó leprosos, la escoria de la sociedad, como Francisco. Día tras día, hora tras hora, pobre con los pobres, vivió y ejerció la misericordia de Dios en el río de dolor y de miseria que la envolvía.
En los desventurados Isabel veía la persona de Cristo (Mt 25,40). Esto le dio fuerza para vencer su repugnancia natural, tanto que llegó a besar las heridas purulentas de los leprosos.
Pero Isabel no sólo usó del corazón, sino también de la inteligencia en su obra asistencial. Sabía que la caridad institucionalizada es más efectiva y duradera. En vida de su marido, contribuyó en la erección de hospitales en Eisenach y Gotha. Luego construyó el de Marburgo, la obra predilecta de su viudedad. Para atenderlo fundó una fraternidad religiosa con sus amigas y doncellas.
Trabajaba con sus propias manos en la cocina preparando la comida, en el servicio de los indigentes hospitalizados; fregaba los platos y alejaba las sirvientas cuando éstas se lo querían impedir. Aprendió a hilar lana y a coser vestidos para los pobres y para ganarse el sustento.

ISABEL CONTEMPLATIVA Y SANTA

La santidad aparece en la historia de la Iglesia como una locura, la locura de la cruz. Y la de Isabel es una espléndida locura. En su vida brilla con singular esplendor la virtud de la caridad. Su persona es un canto al amor, compuesto de servicio y abnegación, volcado a sembrar el bien.
Se propuso vivir el Evangelio sencillamente, sin glosa diría Francisco, en todos los aspectos, espiritual y material. No dejó nada escrito, pero numerosos pasajes de su vida sólo pueden entenderse desde una comprensión literal del Evangelio. Hizo realidad el programa de vida propuesto por Jesús en el Evangelio:
-- El que pretenda guardar su vida, la perderá; y el que la pierda por amor a mí o al Evangelio, la recobrará (Lc 17,33; Mc 8,35).
-- Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame (Mc 8,34-35).
-- Si quieres ser perfecto ve, vende lo que tienes, dáselo a los pobres y sígueme (Mt 19,21).
-- El que ama a su padre, madre e hijos más que a mí, no puede ser digno de mí (Mt 10,37).
La ardiente fuerza interior de Isabel brotaba de su relación con Dios. Su oración era intensa, continua, a veces, hasta el éxtasis. La conciencia constante de la presencia del Señor era la fuente de su fortaleza y alegría, y de su compromiso con los pobres. Pero también el encuentro de Cristo en los pobres estimulaba su fe y su oración.
Su peregrinación hacia Dios está jalonada por gestos decididos de desprendimiento interior hasta llegar al despojo total, como Cristo en la cruz. Al final de su vida no le quedó para sí nada más que la túnica gris y pobre de penitencia, que quiso conservar como símbolo y mortaja.
Isabel irradiaba gozo y serenidad. El fondo de su alma era el reino de la paz. Vivió realmente la perfecta alegría enseñada por Francisco, en la tribulación, en la soledad y en el dolor. "Debemos hacer felices a las personas", les decía a sus doncellas, sus hermanas.

CONCLUSIÓN

Isabel pasó por esta vida como un meteoro luminoso y esperanzador. Hizo resplandecer la luz en el corazón de muchas almas. Llevó el gozo a los corazones afligidos. Nadie podrá contar las lágrimas que secó, las heridas que vendó, el amor que supo despertar.
Su santidad fue una novedad rica en matices y eminentes virtudes. Desde entonces ya no fueron solamente las mártires o las vírgenes las elevadas al honor de los altares, sino también las esposas, las madres y las viudas.
Isabel recorrió el camino del amor cristiano como seglar, en su condición de esposa y de madre; pero, después de la segunda profesión, fue una mujer plenamente consagrada a Dios y al alivio de la miseria humana.
La Tercera Orden de san Francisco, tanto la Regular como la Secular, se propone reavivar la memoria de su santa Patrona en el octavo centenario de su nacimiento y desea proponerla como luz y modelo de compromiso evangélico. La Familia Franciscana quiere honrar a la primera mujer que alcanzó la santidad en el seguimiento de Cristo según la "forma de vida" de Francisco.
Si evocamos su nacimiento, su personalidad singular y su sensibilidad, es para que, a través del conocimiento y de la admiración, también nosotros nos convirtamos en instrumentos de paz, y aprendamos a verter un poco de bálsamo en las heridas de los marginados de nuestro tiempo, a humanizar nuestro entorno, a secar algunas lágrimas. Derramemos la bondad del corazón allá donde falta la misericordia del Padre. Que el compromiso que vivió Isabel estimule nuestro propio compromiso. Su ejemplo e intercesión iluminarán nuestro camino hacia el Padre, fuente de todo amor: el bien, todo bien, sumo bien; la quietud y el gozo.

PAZ Y BIEN

SAN LUIS REY DE FRANCIA, OFS


SAN LUIS REY DE FRANCIA, OFS (25 de agosto 1214-1270)

Comprendió que todas las cosas de este mundo le pertenecen al rey del cielo. Supo cuidar del bien espiritual y temporal de sus súbditos.

Resumen: Nació el año 1214. Subió al trono de Francia a la edad de veintidós años. De su matrimonio tuvo once hijos, a los que personalmente dio una excelente educación. Se distinguió por su espíritu de penitencia y oración, y por su amor a los pobres. En su manera de gobernar, se preocupó de la paz entre las naciones y del bien temporal y espiritual de sus súbditos. Promovió dos cruzadas para liberar el sepulcro de Cristo, y murió cerca de Cartago el año 1270.
Luis nace el 25 de Abril de 1214, en Poissy, cerca de Paris. Era el culmen de la época medieval. Entre sus contemporáneos están Santo Tomás y San Buenaventura.

Sus padres son el rey Luis VIII y Blanca de Castilla. El pequeño Luis, con solo 12 años, fue proclamado como Luis IX en 1227 al morir su padre. En 1235 se casó Margarita de Provenza y con ella tuvo 11 hijos. Fue un esposo y padre ejemplar.

San Luis se distinguió por espíritu de penitencia y oración. No se dejó engreír por su poder. Se preocupó por la paz entre las naciones, fue un rey energético que supo defender a la Iglesia y buscar la justicia. Era considerado, especialmente con los pobres. Perteneció a la Orden Tercera Franciscana. Fundó muchos monasterios y construyó la famosa Saint-Chapelle en Paris, cerca de la catedral, para albergar una gran colección de reliquias.

Supo guiar a sus ejércitos para defender a Francia. Venció al Rey Enrique III de Inglaterra en Tailebourg en 1242. Dirigió dos cruzadas con el propósito de arrestar la invasión de los musulmanes y liberar el sepulcro de Cristo. En la primera cayó prisionero en Egipto y durante la segunda murió de disentería cerca de Cartagena (norte de Africa) en 1270. Tenía 55 años, de estos reinó por 44.

Fue canonizado en 1297.

El rey justo hace estable el país del testamento espiritual de san Luis a su hijo Augustin

Hijo amadísimo, lo primero que quiero enseñarte es que ames al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con todas tus fuerzas; sin ello no hay salvación posible.

Hijo, debes guardarte de todo aquello que sabes que desagrada a Dios, esto es, de todo pecado mortal, de tal manera que has de estar dispuesto a sufrir toda clase de martirios antes que cometer un pecado mortal.

Además, si el Señor permite que te aflija alguna tribulación, debes soportarla generosamente y con acción de gracias, pensando que es para tu bien y que es posible que la hayas merecido. Y, si el Señor te concede prosperidad, debes darle gracias con humildad y vigilar que sea en detrimento tuyo, por vanagloria o por cualquier otro motivo, porque los dones de Dios no han de ser causa de que le ofendas.

Asiste, de buena gana y con devoción, al culto divino y, mientras estés en el templo, guarda recogida la mirada y no hables sin necesidad, sino ruega devotamente al Señor, con oración vocal o mental.

Ten piedad para con los pobres, desgraciados y afligidos, y ayúdalos y consuélalos según tus posibilidades. Da gracias a Dios por todos sus beneficios, y así te harás digno de recibir otros mayores. Para con tus súbditos, obra con toda rectitud y justicia, sin desviarte a la derecha ni a la izquierda; ponte siempre más del lado del pobre que del rico, hasta que averigües de qué lado está la razón. Pon la mayor diligencia en que todos tus súbditos vivan en paz y con justicia, sobre todo las personas eclesiásticas y religiosas.

Sé devoto y obediente a nuestra madre, la Iglesia romana, y al sumo pontífice, nuestro padre espiritual. Esfuérzate en alejar de tu territorio toda clase de pecado, principalmente la blasfemia y la herejía.

Hijo amadísimo, llegado al final, te doy toda la bendición que un padre amante puede dar a su hijo; que la santísima Trinidad y todos los santos te guarden de todo mal. Y que el Señor te dé la gracia de cumplir su voluntad, de tal manera que reciba de ti servicio y honor, y así, después de esta vida, los dos lleguemos a verlo, amarlo y alabarlo sin fin. Amén.

Oración Del oficio divino
Oh Dios, que has trasladado a San Luis de Francia de los afanes del gobierno temporal al reino de tu gloria, concédenos, por su intercesión, buscar ante todo tu reino en medio de nuestras ocupaciones temporales. Por nuestro Señor Jesucristo.

PAZ Y BIEN

sábado, 24 de mayo de 2008

SANTOS FRANCISCANOS SEGLARES


1: Santa Isabel de Hungría o de Turingia, viuda, princesa de Hungría y gran condesa de Turingia. Patrona de la OFS. Budapest 1207 - Marburgo 17-11-1231. Canonizada por Gregorio IX el 27-5-1235. Fiesta el 17 noviembre (Leer más...).


2: S. Rosa de Viterbo v. italiana (n. 1233 - + 6-3-1251); can. eq. 4-9-1258, Alejandro IV; cel. 4 septiembre.


3: S. Fernando rey de Castilla (?) (n. 1198 - + Sevilla 30-5-1252); Beat. eq. 31-5-1655, Alejandro VII; can. eq. 4-2-1671, Clemente X; cel. 30 mayo.


4: S. Luis IX rey de Francia (n. Poissy 25-4-1214 - + Cartago, Túnez 25-8-1270); can. 11-8-1297, Bonifacio VIII; cel. 25 agosto.


5: S. Margarita de Cortona penitente italiana (n. Laviano 1247 - + Cortona 22-2-1297); beat. 1515; can. 16-5-1728, Benedicto XIII; cel. 16 mayo.


6: S. Ivón de Bretaña (?) sac.francés (n. Tréguier 17-10-1253 - + Louannec 19-5-1303); can. 19-5-1347,Clemente VI; cel. 21 mayo.


7: S. Elzeario de Sabran noble provenzal (n. Aussouis 1285 - + París 27-9-1323; can. 14-4-1369, Urbano V; cel. 26 septiembre.


8: S. Isabel reina de Portugal (n. 1271 - + Estremoz 4-7-1336); can. 24-6-1626, Urbano VIIII; cel. 4 julio.


9: S. Conrado de Piacenza eremita italiano (n.1290 - + Noto 19-2-1351); can. eq. 12-9-1625, Urbano VIII; cel. 19 febrero.


10: S. Brígida de Suecia mística, fund. de la Orden del Santísimo Salvador en 1369 (n. Finsta 1303 - + Roma 23-7-1373; can. 7-10-1391, Bonifacio IX; cel. 23 julio.


11: S. Roque de Montpellier (?) peregrino y taumaturgo francés (n. h. 1345 - + Angera 16-8-1377); can. eq. 4-7-1629, Urbano VIII; cel. 16 agosto.


12: S. Tomás Moro (?) humanista y jurista, canciller de Inglaterra, mártir (n. Londres 7-2-1478 - + 6-7-1535); beat. eq. 9-12-1886; can. 19-5-1935, Pío XI; cel. 22 junio.


13: S. Ángela Merici italiana, fund. de la Compañía de las Vírgenes de S.Úrsula o Ursulinas en 1535 (n. Desenzano del Garda 21-3-1470/4 - + Brescia 27-1-1540); beat. eq. 30-4-1768; can. 24-5-1807, Pío VII; cel. 27 enero.


14-30: SS. Antonio de Nagasaki de 13 años, Buenaventura de Miyaco bonzo converso, Cosme Takeya carpintero, Francisco Fahelante de Miyaco carpintero, Francisco de Miyaco médico, Gabriel de Ize paje, Joaquín de Zakakibara de Osaka, Juan Kinuya de Miyako, León Kasasumara coreano, Luis Ibaraki, Matías de Miyako, Miguel Kosaki y su hijo Tomás, Pablo Ibaraki, Pablo Suzuki bonzo converso, Pedro Sukejiro de Miyako, Tomás Idauki de Miyako, terciarios, algunos catequistas, mártires en Nagasaki, con el jesuita Pablo Miki y otros compañeros (+ 5-2-1597); beat. 1627; can. 1862, Pío IX; cel. 15 febrero.


31: San Carlos Borromeo obispo y cardenal de Milán, alma de la reforma de Trento. Arona, 2-10-1538 - Milán, 3-11-1584). Canonizado por Pablo V, el 1-11-1610. Fiesta el 4 de noviembre (Leer más...).


32: Santa Juana Francisca Frémyot de Chantal, viuda francesa, fundadora de la Orden de la Visitación con San Francisco de Sales. Dijon 23-1-1572 - Moullins 13-12-1641. Beatificada el 21-11-1751; canonizada el 16-7-1767, por Clemente XIII. Fiesta el 12 de agosto.


33: S. Mariana de Jesús de Paredes, ecuatoriana (n. Quito 21-10-1618 - + 26-5-1645); beat. 20-11-1853; can. 9-7-1950, Pío XII; cel. 26 de mayo


34: S. María Francisca de las cinco llagas, terciaria alcantarina italiana (n. Nápoles 25-3-1715 - + 6-10-1791); beat. 12-11-1843; can. 29-6-1867, Pío IX; cel. 6 octubre.


35: B. José Benito Cottolengo sac. fund. de la Pequeña casa de la Divina Providencia de Turín y de varias congregaciones de sacerdotes, ermitaños y religiosas (n. Bra 3-5-1786 - + Chieri 30-4-1842); beat. 29-4-1917 - + can. 19-3-1934, Pío XI; cel. 30 abril.


36: S. María Magdalena Postel, francesa, fund. de las HH. de las Escuelas Cristianas de la Misericordia (n. Barfleur 28-11-1756 - + St. Saveur-le-Vicomte 16-7-1846);beat. 17-5-1908; can. 24-5-1925, Pío XI; cel. 17 julio.


37: S. Vicenta Gerosa italiana, fund. de las HH. de la Caridad de María Niña con S. Bartolomé Capitanio (n. Lovere 29-10-1784 - + 20-6-1487); beat. 7-5-1933; can. 18-5-1950, Pío XII, cel. 29 junio.


38: S. Vicente Pallotti sac. italiano fund. de la Sociedad del Apostolado Católico (n. Roma 21-4-1795 - + 22-1-1850); beat. 22-1-1950; can. 20-1-1963, B. Juan XXIII; cel. 22 enero.


39: S. Emilia Vialar francesa, fund. de las HH. de S. José de la Aparición (n. Gaillac 12-9-1797 - + Marsella 24-8-1856); beat. 18-6-1939; can. 24-6-1951, Pío XII.


40: S. Juan María Vianney, "cura de Ars", francés (n. Dardully 8-5-1786 - + Ars-en-Dombes 4-8-1859; beat. 8-1-1905; can. 31-5-1925, Pío XI; cel. 4 agosto.


41: S. José Cafasso sac. italiano (n. Castelnuovo D. Bosco 15-1-1811 - + Torino 23-6-1860); beat. 3-5-1925; can. 22-6-1947, Pío XII; cel. 23 junio.


42: Santa María Josefa Rossello, virgen italiana, fundadora de las Hijas de Nª Sª de la Misericordia. Albisóla Marina 27-5-1811 - Savona 7-12-1880. Beatificada por Pío XII el 6-11-1938. Canonizada por Por Pío XII el 12-6-1949. Fiesta el 7 diciembre (Leer más...).


43: S. Juan Bosco, sac. italiano, fund. de la Sociedad Salesiana y de las Hijas de María Auxiliadora (n. Becchi/Castelnuovo D. Bosco 16-8-1815 - + Turín 31-1-1888); beat. 2-6-1929 y can. 1-4-1934, Pío XI; cel. 31 enero.


44: S. Francisca Javier Cabrini italiana, fund. de las HH. Misioneras del S. Corazón de Jesús (n. Sant'angelo Lodigiano 15-7-1850 - + Chicago 22-12-1917); beat. 13-11-1938; can. 7-7-1946, Pío XII.


45-49: Cinco santos mártires seminaristas de China, + Tayuenfu 9-7-1900: S. Juan Tchang (n. 1882), S. Patricio Tong (n. 1862), S. Felipe Tchiang (n. 1880), S. Juan Tchang (n. 1877), S. Juan Wang (n. 1885).


50-58: Nueve santos catequistas y empleados de la misión, mártires, + Ta-yuen-fu (China) 9-7-1900: S. Tomás Sen-Ki-Kuo empleado, n. 1851; S. Simón Tchen empleado; S. Pedro U-ngan-pan catequista, n. 1860; S. Matías Fan-te vigilante nocturno, n. 1855; S. Pedro Tchiang obrero eventual, n. 1849; S. Francisco Tchiang portero, n. 1840; S. Pedro Wang cocinero; S. Jaime Tchao-Tchuen-Sin, doméstico; S. Jaime Yen-Ku-Tun, hortelano, n. 1870. Cel. 8 de julio.


59: S. Pío X (José Sarto) papa italiano, n. Riese 2-6-1835 - + Roma 29-8-1814. Can. Pío XII, 29-5-1954.


60: S. María de Jesús Sacramentado (M. Natividad) Venegas, mexicana, fundadora del Instituto Hijas del Sagrado Corazón (1886). n. La Tapona (Zapotlanejo, Jalisco) - + 30-6-1959. Can. Juan Pablo II, 21-5-2000.


61: S. Pedro de S. José de Betancur, pastor y tejedor español, apóstol de enfermos y fundador de los Hermanos y Hermanas Betlemitas de Gutemala, n. Vilaflor (Tenerife) - + Guatemala 25-4-1667. Beat. Juan Pablo II, 22-6-1980. Can. 2002.


62: S. José Oriol, sacerdote español, n. Barcelona 1650 - + 22 marzo 1702. Cel. 23 marzo.


63: S. Catalina Fieschi de Génova, viuda italiana, OFS, n. y + en Génova (1447-1510). Can. Clemente XII, 16-6-1737. Cel. el 15 sept.


64: S. Ricardo Pampuri, doctor en medicina y hermano de San Juan de Dios, italiano. n. Trivolzio (Pavía) 2-8-1897, + Brescia 1-5-1930. Can. Juan Pablo II, 1-11-1989.


65: San Leonardo Murialdo, sacerdote italiano fundador de la Congregación de San José (1873), gran promotor de obras sociales y culturales en favor de la juventud y de los pobres. Turín 28-10-1828 / 30-03-1900. Can. Pablo VI, 3-05-1970.


66: Santa Zita de Lucca, doméstica italiana de vida ejemplar. n. Monsagrati 1218, + Lucca 27-04-1278. Aprobación del culto: 5-09-1696. Pío XII la proclamó patrona de las trabajadoras domésticas.


67: Santa Ángela de la Cruz (Mª Ángeles Guerrero González), española (Sevilla, 30-11846-2-03-1932), OFS. Fundadora de la Compañía de Hermanas de la Cruz. Beat. y Can. Juan Pablo II, 5-11-1982 y 4-05-2003. Cel. 5 de noviembre (Leer más...).


68: San Miguel Garicoitz, sacerdote español (Ibarra, Navarra, 15-04-1797, Betharran, 14-05-1853). Fundador del Instituto de Sacerdotes del Sagrado Corazón de Jesús (Betharranitas, 1841). Cel. 13 de mayo.


69: San Gerardo de Lunelio, peregrino y penitente francés (Lunel-Francia, 1275, Montesanto-Italia, 1298). Aprobación del culto: Benedicto XIV y Pío VI. Celebr. 25 de mayo.


70: B. Mons. Rafael Guízar y Valencia, obispo mexicano, de Veracruz, restaurador en 1936 de la OFS en la catedral de Xalapa. Beat. Juan Pablo II. Can. Benedicto XVI, 15 octubre 2006.

Santos "cordígeros" de San Francisco
(Archicofradía devocional franciscana aprobada por Sixto V en Asís, en 1585)


1: S. Francisco de Sales, obispo italiano, n. Sales 21-8-1567, + Lyon 28-12-1622. Beat. Alejandro VII, 8-1-1662, can. 19-4-1665. Doctor de la Iglesia (7-7-1877) y patrón de periodistas y publicitarios católicos (26-1-1923).


2: San José de Calasanz, sacerdote español, iniciador de las escuelas populares gratuitan en Roma y fundador de los clérigos regulares de las Escuelas Pías (Escolapios), n. Peralta de la Sal (Aragón), 31-7-1557, + Roma, 25-8-1648. Beat. 18-8-1748, can. Clemente XIII, 16-7-1767. Patrón de las escuelas populares cristianas (13-8-1948).


3: San Benito José Labre, seglar francés, peregrino de Dios en Francia, España e Italia, n. Amettes (Arras) 26-3-1748, + Roma, 16-4-1783. Beat. 20-5-1860. Can. León XIII, 8-2-1881.


4: S. Bernardette Soubirous, virgen vidente francesa, n. Lourdes, 7-1-1844, + Nevers 16-4-1879. Beat. Pío XI, 14-6-1925. Can. 8-12-1933.

LA REGLA DE LA OFS



REGLA DE LA ORDEN FRANCISCANA SEGLAR (O.F.S.)


PRÓLOGO

Exhortation de San Francisco a los Hermanos y Hermanas de Penitencia


­En el nombre del Señor!De los que hacen penitencia


Todos aquellos que aman al Señor con todo el corazón, con toda el alma y la mente y con todas us fuerzas (cf. Mc 12,30), y aman a sus prójimos como a sí mismos (cf. Mt. 22, 39), y adorrecen sus cuerpos con sus vicios y pecados, y reciben el cuerpo y la sangre de nuestro Señor Jesucristo, y hacen frutos dignos de penitencia: ­oh, cuán dichosos y benditos son aquellos y aquellas que practican estas cosas y perseveran en ellas! Porque se posará sobre ellos el Espíritu del Señor (cf. Is 11,2) y hará de ellos habitación y morada (cf. Jn 14, 23), y son hijos del Padre celectial (cf. Mt 5, 45), cuyas obras realizan, y son esposos, hermanos y madres de nuestro Señor Jesucristo (cf. Mt 12, 50).


Somos esposos cuando el alma fiel se une, por el Espíritu Santo, a nuestro Señor Jesucristo. Le somos hermanos cuando cumplimos la voluntad del Padre, que está en los cielos (cf. Mt 12, 50); madres, cuando lo llevamos en el corazón y en nuestro cuerpo (cf. ICor 6, 20) por el amor divino y por unaconciencia pura y sincera; y lo damos a luz por las obras santas, que deben ser luz para ejemplo de otros (cf. Mt 5, 16).

­Oh, cuán glorioso es teneren el cielo un padre santo y grande! ­Oh, cuán santo es tener un tal esposo, consolador, hermoso y admirable! ­Oh, cuán santo y cuán amado es tenerun tal hermano y un tal hijo, agradable, humilde, pacífico, dulce, amable y más que todas las cosas deseable, nuestro Señor Jesucristo! El que dio su vida (cf. Jn 10, 15) y oró así al Padre: Padre santo guarda en tu nombre (Jn 17,11) a los que me diste en el mundo: tuyos eran y me los diste en el mundo: tuyos eran y me los diste a mí (Jn 17, 6). Y las palabras que me diste, a ellos las di; y ellos las recibieron y creyeron verdaderamente que salí de ti y conocieron que tú me enviaste (Jn 17, 8). Ruego por ellos y no por el mondo (Jn 17, 9). Bendícelos y conságralos (Jn 17, 7); también yo me consagro a mí mismo por ellos (Jn 17, 9). No ruego solamente por ellos, sino por los que han de creer en mí por su palabra (Jn 17,20), para que sean consagrados en la unidad (Jn 17, 23), como también nosostros (Jn 17, 11). Y quiero, Padre, que donde yo estoy, también ellos estén conmigo, para que vean mi gloria (Jn 17, 24) en tu reino (Mt 20, 21). Amén.

De los que no hacen penitencia
Pero, en cambio, aquellos y aquellas que no llevan vida en penitencia, y no reciben el cuerpo y la sangre de nuestro Señor Jesucristo, y ponen por obras vicios y pecados y caminan tras la mala concupiscencia y los malos deseos de su carne y no guardan lo que prometieron al Señor, sirven corporalmente al mundo con los deseos carnales y con los afanes del siglo y con las preocupaciones de esta vida apresados por el diablo, cuyos hijos osn y cuyas obras hacen (cf. Jn 8, 41), son unos ciegos, pues no ven a quien ess la luz verdadera, nuestro Señor Jesucristo.

No tienen sabiduría espiritual, porque no tienen al Hijo de Dios, que es la verdadera sabiduría del Padre; de ellos se dice: Su sabiduría ha sido devorada (Sal 106, 27) y : Malditos los que se apartan de sus mandamientos (Sal 118, 21). Ven y conocen, saben y practican el mal, y a sabiendas pierden sus almas.

Mirad, ciegos, estaís engañados por vuestros enemigos: la carne, el mundo y el diablo; porque el cuerpo le es dulce cometer el pecado y amargo servir a Dios; pues todos los vicios y pecados, del corazón del hombre salen y proceden, como dice el Señor en el Evangelio (cf, Mc 7, 21).

Y nada tenéis en este siglo ni en el futuro. Pensáis poseer por mucho tiempo las venidades de este siglo, pero estáis engañados; porque vendrán el día y la hora que no pensáis, desconocéis e ignoráis; se enferma el cuerpo, se acerca la muerte, y se muere así con muerte amarga.

Y donde sea, cuando sea y como sea que muere el hombre en pecado mortal sin penitencia y sin satisfacción, si, pudiendo satisfacer, no satisface, arrebata el diablo el alma de su cuerpo con tanta angustia y tribulación, que nadie las puede conocer, sino el que las padece.

Y todos los talentos y el poder, la ciencia y la sabiduría que creían tener, les serán arrebatados (cf. Lc 8, 18; Mc 4, 24).

Y legan a los parientes y amigos su herencia; y éstos, tomándola y repartiéndosela, dicen luego: Maldita sea su alma, pues pudo habernos dado y ganado más de lo que ganó.

El cuerpo se lo comen los gusanos, y así pierden cuerpo y alma en este breve siglo, e irán al infierno, donde serán atormentados sin fin.

A todos aquellos a quienes llegue esta carta, rogamos en la caridad que es Dios (cf. I Jn 4, 16), que acojan benignamente con amor divino las sobredichas y fragantes palabras de Nuestro Señor Jesucristo. Y los que no saben leer, háganselas leer con frecuencia, y reténganlas consigo con obras santas, hasta el fin, porque son espíritu y vida (cf. Jn 64). Y los que no hagan esto tendrán que dar cuenta en el día de juicio (cf. Mt 12, 36) anteel tribunal de nuestro Señor Jesucristo (cf. Rom 14, 10).

"San Francisco de Asís. Escritos. Biografías. Documentos de la época". BAC, Madrid 1978, pp. 52-54



CAPITULO I



LA ORDEN FRANCISCANA SEGLAR(O.F.S.)


Llamada también FRATERNIDAD SEGLAR FRANCISCANA, T.O.F. o Tercera Orden Franciscana.

Entre las familias espirituales, suscitadas por el Espíritu Santo en la Iglesia*), la familia Franciscana comprende a todos aquellos miembros del Pueblo de Dios, seglares, religiosos y sacerdotes, que se sienten llamados al seguimiento de Cristo, tras las huellas de San Francisco de Asís.*) Lumen Gentium(LG),43.En maneras y formas diversas, pero en recíproca comunión vital, todos ellos se proponen hacer presente el carisma del común Seráfico Padre, en la vida y en la misión de la Iglesia*).*) Apost. Act (AA) 4,m.


En el seno de dicha familia, tiene un puesto peculiar la Orden Franciscana Seglar, la cual se configura como una unión orgánica de todas las fraternidades católicas, esparcidas por el mundo entero y abiertas a todo grupo de fieles, en las cuales los hermanos y las hermanas, impulsados por el Espíritu, a alcanzar la perfección de la caridad en su estado seglar, se comprometen con la profesión a vivir el Evangelio a la manera de San Francisco, con la ayuda de la presente Regla, confirmada por la Iglesia*).*) Can. 702, 1.


Esta Regla, después del "Memoriale propositi" (1221) y de las Reglas aprobadas por los Sumos Pontífices Nicolás IV y León XII, adapta la Orden Franciscana Seglar a las exigencias y a las esperanzas de la santa Iglesia, en las nuevas condiciones de los tiempos. Su interpretación corresponde a la Santa Sede, más la aplicación será hecha por las Constituciones Generales y por los Estatutos particulares.



CAPITULO II



LA FORMA DE VIDA

La Regla y la vida de los franciscanos seglares es ésta: guardar el santo Evangelio de nuestro Señor Jesuscristo siguiendo el ejemplo de San Francisco de Asís, que hizo de Cristo el inspirador y centro de su vida con Dios y con los hombres*).*) I Cel. 18,115.Cristo don del amor del Padre, es el Camino hacia El, es la Verdad en la cual nos introduce el Espíritu Santo, es la Vida que El ha venido a traer abundantemente*).*) Jn 3,16; 14,6Los Franciscanos seglares dedíquense asiduamente a la lectura del Evangelio, y pasen del Evangelio a la vida y de la vida al Evangelio*).*) Apost. Act.(AA)30,h.


Por tanto, los Franciscanos seglares, busquen la persona de Cristo viviente y operante en los hermanos, en la Segrada Escritura, en la Iglesia y en las acciones litúrgicas. La fe de San Francisco al dictar estas palabras: "Nada veo corporalmente en este mundo respecto del Altísimo Hijo de Dios, sino su santísimo cuerpo y sangre", sea para ellos la inspiración y camino de su vida eucarística.


Sepultados y resucitados con Cristo en el Bautismo, que los hace miembros vivos de la Iglesia, y a ella más estrechamente vinculados por la Profesión, háganse testigo e instrumentos de su misión entre los hombres, anunciando a Cristo con la vida y con la palabra.Inspirados en San Francisco y con él llamados a reconstruir la Iglesia, empéñense en vivir en plena comunión con el Papa, los obispos y los sacerdotes, en abierto y confiado diálogo de creatividad apostólica*)*) Pablo VI: Discurso a los Terciarios, III, 19.5.1971.


Como "hermanos y hermanas de penitencia"*), en fuerza de su vocación, impulsados por la dinámica del Evangelio, conformen su modo de pensar y de obrar al de Cristo, mendiante un radical cambio interior, que el mismo Evangelio denomina con el nombre de "conversión"; la cual debido a la fragilidad humana, debe actualizarse cada día*) I Reg. TOFEn este camino de renovación, el Sacramento de la Reconciliación es signo privilegiado de la misericordia del Padre, y fuente de gracia*).*) Presb. Ord., 18,b.


Como Jesucristo fue el verdadero adorador del Padre, del mismo modo los Franciscanos seglares hagan del la oración y de la contemplación el alma del propio ser y del propio obrar*).*) Apost. Act., 4, a b c.Participen de la vida sacramental de la Iglesia, especialmente de la Ecuaristía, y asóciense a la oración litúrgica en alguna de las formas propuestas por la misma Iglesia, revivan así los misterios de la vida de Cristo.


La Virgen María, humilde sierva del Señor, siempre atenta a su palabra y a todas sus mociones, fue para San Francisco centro de indecible amor, y por él declarada Protectora y Abogada de su familia*).*) II Cel. 198.Los Franciscanos seglares den testimonio de su ardiente amor hacia Ella, por la imitación de su disponibilidad incondicional, y en la efusión de una confiada y consciente oración*).*) Lum. Gent., 67; Apost. Act., 4.


Asociándose a la obediencia redentora de Jesús, que sometió su voluntad a la del Padre, cumplan fielmente las obligaciones propias de la condición de cada uno, en las diversas circunstancias de la vida*), y sigan a Cristo, pobre y crucificado, confesándolo aun en las dificultades y persecuciones.*) Lum. Gent., 41.


Cristo, confiado en el Padre, aún apreciando atenta y amorosamente las realidades creadas, eligió para Sí y para su Madre una vida pobre y humilde*); del mismo modo, los Franciscanos seglares han de buscar en el desapego y en el uso, una justa relación con los bienes terrenos, simplificando las propias exigencias materiales; sean consientes, en conformidad con el Evangelio, de ser administradores de los bienes recibidos, en favor de los hijos de Dios.*) I Carta San Francisco, 5.Así, en el espíritu de las "Bienaventuranzas", esfuërcense en purificar el corazón de toda tendencia y deseo de posesión y de dominio, como "peregrinos y forasteros" en el camino hacia la casa del Padre*).*) Rom 8, 17; Lum. Gent., 7,4.


Testigos de los bienes futuros y compremetidos a adquirir, según la vocación que han abrazado, la pureza de corazón, se harán libres, de este modo para el amor de Dios y de los hermanos*).*) Adm. S. Franc. XVI; Carta, 70.


De la misma manera que el Padre ve en cada uno de los hombres los rasgos de su Hijo, Primogénito de muchos hermanos*), los Franciscanos seglares acojan a todos los hombres con ánimo humilde y cortés, como don del Señor e imagen de Cristo.*) Rom 8,29.El sentido de la fraternidad los hará felices y dispuestos a identivicarse con todos los hombres, especialmente con los más humildes, para los cuales se esforzarán en crear condiciones de vida dignas de criaturas redimidas por Cristo*).*) I Reg., 9,3; Mt 25,40.


Llamados, juntamente con todos los hombres de buena voluntad, a construir un mundo más fraterno y evangélico para edificar el Reino de Dios, conscientes de que "quien sigue a Cristo, Hombre perfecto, se hace a sí mismo más hombre", cumplan de modo competente sus propios deberes con espíritu cristiano de servicio*).*) Lum. Gent., 31; G. et Sp., 93.


Estén presentes con el testimonio de su vida humana y también con iniciativas eficaces, tanto individuales como comunitarias, en la promoción de la justicia, particularmente en el ámbito de la vida pública; empéñense en opciones concretas y coherentes con su fe*).*) Apost. Act., 14.


Consideren el trabajo como don de Dios y como participación en la creación, redención y servicio de la comunidad humana*).*) G. et Sp., 67,2;I Reg., 7,4;II Reg., 5,1.


Vivan en la propia familia el espíritu franciscano de paz, fidelidad y respeto a la vida, y esfuércense en convertirlo en el signo de un mundo ya renovado en Cristo*).*) Reg. de León XIII, II, 9;3 Comp., 14,58.Los casados particularmente, al vivir la gracia del matrimonio, den testimonio en el mundo del amor de Cristo a su Iglesia. Con educación cristiana, sencilla abierta, atentos a la vocación de cada uno, recorran gozasamente con sus hijos su itinerario espiritual y humano*).*) Lum. Gent., 41, e; Apost. Act., 30, b c.


Sientan, además, respeto por las otras criaturas, animadas e inanimadas, que "son portadores de la significación del Altísimo"*) y procuren con ahínco superar la tentación de explotación, con el concepto franciscano de la fraternidad universal.*) I Cel., 80.


Como portadores de paz y conscientes de que la paz ha de construirse incensantemente, indaguen los caminos de la unidad y del entendimiento fraterno mediante el diálogo, confiando en la presencia del germen divino, que hay en el hombre y en la fuerza transformadora del amor y del perdón*).*) Reg. de León XIII, II, 9; 3 Comp., 14,58.Mensajeros de la perfecta alegría, esfuércense permanentemente en llevar a los demás el gozo y la esperanza.*)*) Adm. XXI: I Reg., 7,15.Injertados en la resurrección de Jesucristo, que da su verdadero sentido a la Hermana Muerte, tiendan con sernidad el encuentro definitivo con el Padre*).*) G. et Sp., 78, 1-2.



CAPITULO III



LA VIDA EN FRATERNIDAD


La Orden Franciscana Seglar se divide en Fraternidades, de diversos niveles o grados: local, regional, nacional e internacional. Cada una de estas Fraternidades tiene su propia personalidad moral en la Iglesia*). Las Fraternidades se coordinan y unen entre sí, de acuerdo con lo que se establece en esta Regla y en las Constituciones.*) Can. 687.


En los diferentes niveles, cada Fraternidad es animada y guiada por un Consejo y un Ministro (o Presidente), elegido por los profesos en conformidad con las Constituciones*).*) Can. 697.Su servicio, que dura un tiempo limitado, es un compromiso que implica disponibilidad y responsabilidad para con cada uno y para con el grupo.Las Fraternidades, según lo establecido en las Constituciones, se estructuran internamente de manera diversa, conforme a las necesidades de sus miembros y de las regiones, bajo la dirección del Consejo respectivo.


La Fraternidad local necesita ser canónicamente eregida, y se convierte así en la primera célula de toda la Orden y en signo visible de la Iglesia, que es una comunidad de amor. La Fraternidad deberá ser el lugar privilegiado para desarrollar el sentido eclesial y la vocación Franciscana, y, además, para animar la vida apostólica de sus miembros*)*) Pío XII:Disc. a los Terc., 3, 1.7. 1956.


Las peticiones de admisión en la Orden Franciscana Seglar se presentan a una Fraternidad local, cuyo Consejo decide la aceptación de los nuevos hermanos*).*) Can. 694.El proceso de incorporación a la Fraternidad comprende el tiempo de iniciación, el período de formación de la Regla*). En este itinerario gradual está comprometida toda la Fraternidad, aún con su estilo de vida. Por lo que se refiere a la edad para la Profesión, y a los signos distintivos franciscanos, procédase según los Estatutos.*) I Reg. TOF, 29-30.La Profesión es, de por sí, un compromiso perpetuo*).*) I Reg. TOF, 31.Los hermanos que se encuentren en dificultades particulares, procurarán tratar sus problemas en fraterno diálogo con el Consejo. La separación o definitiva dimisión de la Orden, si fuere necesaria, es un acto que compete al Consejo de la Fraternidad, en conformidad con las Constituciones*).*) Can. 696.


Para estimular la comunión entre los miembros, el Consejo organice reuniones periódicas y encuentros frecuentes, incluso con otros grupos franciscanos, especialmente de jóvenes, adoptando los medios más adecuados para el crecimiento en la vida franciscana y eclesial, estimulando a todos a la vida de Fraternidad*).*) Can. 697.Esta comunión se prolonga con los hermanos difuntos; así, se ofrecerán sufragios por sus almas*).*) I Reg. TOF, 23.


Todos los hermanos y hermanas ofrezcan una contribución en proporción a las posibilidades de cada uno, para sufragar los gastos necesarios de la vida de la Fraternidad o para obras de culto, de apostolado y de caridad.Las fraternidades locales procuren contribuir al pago de los gastos del Consejo de la Fraternidad de nivel superior*)*) I Reg. TOF, 30.


Como signo concreto de comunión y de corresponsabilidad, los Consejos de los diferentes niveles, según las Constituciones, pedirán religiosos idóneos y preparados para la assistencia espiritual, a los superiores de las cuatro Familias religiosas franciscanas, a los cuales, desde siglos, está unida la Fraternidad Seglar.Para fomentar la fidelidad al carisma y la observancia de la Regla, y para recibir mayor ayuda en la vida de fraternidad, el Ministro o Presidente de acuerdo con su Consejo, sea solícito en pedir periódicamente a los superiores religiosos competentes*) la visita pastoral y a los responsables del nivel superior, la visita fraterna, según las Constituciones.*) II Reg. TOF, cap XVI.

"Y todo el que guarde estas cosas, sea colmado en el cielo de la bendición del altísimo Padre, y sea colmado en la tierra de la bendición del amado Hijo con el Espíritu Santo Paráclito... " (Bendición de San Francisco, del Testamento)

viernes, 23 de mayo de 2008

CANTOS FRANCISCANOS


Francisco, repara mi Iglesia
Cesáreo Gabaraín

Mi Si7
"La Iglesia se está cayendo, ya ves,
Mi
sus muros rotos están".
La
Así habló a Francisco el Señor
Mi Si7 Mi
en la ermita de San Damián.

"Yo puedo cerrar sus grietas, Señor
mis manos te ayudarán.
Verás que limpia y hermosa estará
nuestra ermita de san Damián.

Si7 Mi
IGLESIA HUMANA Y DIVINA A LA VEZ,
Si7 Mi +7
QUE EN LUZ Y SOMBRAS LA VES.
La Mi
VIVIENDO EL EVANGELIO,
Si7 Mi
MÁS POBRE Y LIBRE HAS DE SER (2).

La Iglesia que nos preocupa no es
de piedra ni es material.
La Iglesia somos los hombres y Dios,
no la ermita de San Damián" .

Queriendo ser hoy mejores que ayer
la vamos a reparar,
cumpliendo lo que le Señor nos pidió
en la ermita de San Damián.

Quiero llamar hermano a todos
Cesáreo Gabaraín

Sol Do Sol
Soy heraldo de un rey, de un Señor inmortal,
Do Sol
y conmigo canta el amor.
Sol Do Sol
Soy hermano del agua del viento y el sol,
Do Re7 Sol
mi bandera es la libertad.

Re7
MI TESORO ES LA POBREZA,
Sol
MI ALEGRÍA QUE FLORECE,
Re7
EL AMOR QUE DIOS ME OFRECE
Sol
Y TU AMOR.

Sol Do Sol
Soy heraldo del Rey, de un Señor inmortal.
Do Sol
Mi bandera es la libertad.

Son hermanos los hombres, el lobo y el mar,
las montañas y el ruiseñor.
Es hermana la muerte, la oveja y la flor,
todos somos fraternidad.

MI TESORO ES LA POBREZA,
MI ALEGRÍA QUE FLORECE,
EL AMOR QUE DIOS ME OFRECE
Y MI AMOR.

Son hermanos los hombres. El lobo y el mar.
Todos somos fraternidad.


Padre bueno
Cesáreo Gabaraín

Do Do
Tú Señor, que enciendes las estrellas
Fa Do
Tú que al sol le das su resplandor,
Rem7 Sol7 Do
Tú que cuidas del pájaro perdido
Rem7
que va buscando un nido
Re7 Sol7
guiado por tu amor.
Do Do
Tú que siembras rosas y trigales
Fa Do
Tú que al lirio vistes de esplendor
REm7 Sol7
Donos proteges Señor, con más cariño
Lam7 Sol7
pues quieres más a un niño
Do
que al pájaro y la flor.

Fa Do
PADRE BUENO, DIOS ALEGRE,
Sol7 Do
PRIMAVERA Y MANANTIAL
Fa Do
DIOS HERMANO, DIOS AMIGO,
Sol7 Do
PADRE NUESTRO CELESTIAL (bis).

Tú Señor,que velas por el pobrey al humilde le das tu protecciónal que amas le ofreces un tesoroque vale más que el orole das tu corazón.Tú Señor, que alumbras mi caminoTú que escuchas siempre mi oraciónen tu amor yo pongo mi confianzarenace mi esperanzase acuna mi canción.

PADRE BUENO...


Francisco, evangelio vivo
Cesáreo Gabaraín

Do La Do
Fui trovador, me llamaban Francisco,
Sol7
cantaba alegre en las noches de Asís,
Fa Do
mas ya no quiero cantar a Rolando,
Rem Sol7 Do
ni las proezas del gran Amadís.

Fui decubriendo un camino distinto,
surgió en mi alma un vacío total,
no quiero amores que pasan y mueren,
hoy sólo canto a mi Rey inmortal.

Do Fa Sol7 Do
Yo quiero ser evangelio viviente,
Fa Sol7 Do
abandonarme en tus brazos, Señor,
Rem Sol7 Do
ser como un niño que juega o se duerme
Rem Sol7 Do
mientras su Padre lo envuelve en su amor
(bis).

Vestía trajes lujosos de seda,
lucía al cinto un precioso puñal,
hoy mis señores son esos leprosos
y mi vestido este pobre sayal.

Cambié tesoros por Dama Pobreza,
placer y honores por la santidad,
y soy feliz como nunca lo he sido.
Dios es mi gozo, mi felicidad.

Hazme, Señor, Instrumento de tu paz
Cesáreo Gabaraín

Fa Do7 Fa
HAZME TÚ, SEÑOR, INSTRUMENTO DE TU PAZ.
Fa Do7 Fa
HAZME TÚ, SEÑOR, INSTRUMENTO DE TU PAZ.
Fa Do7 Fa
DE ESA PAZ, SEÑOR, QUE TU SÓLO PUEDES DAR.
Fa Do7 Fa
DE ESA PAZ, SEÑOR, QUE TU SÓLO PUEDES DAR.

Fa Do7 Fa
1. Quiero dar amor, quiero dar fraternidad.
Fa Do7 Fa
Quiero dar amor, quiero dar fraternidad.

2. No quiero buscar ser amado, sino amar.
No quiero buscar ser amado, sino amar.

3. Quiero iluminar, sonreir y consolar.
Quiero iluminar, sonreir y consolar.

4. Quiero confiar, comprender y perdonar.
Quiero confiar, comprender y perdonar.


Loado seas
Laudato sii

RE
LOADO SEAS, OH MI SEÑOR;
sim
LOADO SEAS, OH MI SEÑOR;
SOL mi7
LOADO SEAS, OH MI SEÑOR;
LA +7
LOADO SEAS, OH MI SEÑOR.

1. Y por todas tus criaturas,
por el sol y por la luna,
las estrellas y los vientos,
por el agua y por el fuego.

2. Por la hermana madre tierra,
que alimenta y nos sostiene,
por los frutos, flores, hierba,
por los montes y los mares.

3. Porque el fin de nuestra vida
es cantarte y alabarte,
y porque nuestra existencia
sea siempre un canto alegre.

Hazme instrumento de tu paz
Sebastian Temple

DO mim lam
Hazme instrumento de tu paz,
DO LA7 re+SOL7
donde haya odio lleve yo tu amor,
FA rem
donde haya injuria, tu perdón, Señor,
FA DO SOL DO
donde haya duda, fe en ti.

Hazme instrumento de tu paz,
que lleve tu esperanza por doquier,
donde haya oscuridad, lleve tu luz,
donde haya pena, tu gozo, Señor.

FA SOL DO+mim+lam
Maestro, ayúdame a nunca buscar
rem SOL DO SOL DO+7
querer ser consolado, sino consolar,
FA SOL DO+mim+lam
ser comprendido, sino comprender,
rem RE +7 SOL+RE+SOL+7
ser amado, sino yo amar.

Hazme instrumento de tu paz,
es perdonando que nos das perdón,
es dando a todos que tú nos das,
y muriendo es que volvemos a nacer.

Maestro, ayúdame...
Hazme instrumento de tu paz.

Las huellas del Crucificado

lam
ROSAS DE SANGRE HAN FLORECIDO,
rem SOL DO
REVIVEN EN TU CUERPO LA PASIÓN,
rem lam
FRANCISCO, DE AMOR ESTÁS HERIDO,
MI +7 lam
LAS MANOS, LOS PIES Y EL CORAZÓN.

lam
1. Tus manos que acogen a los pobres
MI7 lam
y parten tu pan con el mendigo,
rem
yo quiero también amar a todos,
lam MI7 MI
¡ya puedes, Señor, contar conmigo!

lam
2. Sembrando la paz y el bien caminas,
MI7 lam
y yo, sembrador, iré a tu lado.
rem
En ti el Evangelio es carne viva,
lam MI7 MI
y Cristo otra vez crucificado.

Cántico de las criaturas

SOL
1.- Bendito seas, mi Señor
RE
por todas tus criaturas,
mim DO
especialmente por el hermano sol
SOL RE
que se parece a ti.

SOL
Bendito seas, mi Señor
RE
por la luna y las estrellas,
mim DO
las has formado preciosas y bellas,
SOL RE
claras en la oscuridad.

mim
OMNIPOTENTE, ALTÍSIMO,
lam
MI BUEN SEÑOR.
RE
TUYOS SON LA GLORIA Y EL HONOR
SI
Y TODA BENDICIÓN. (bis)

SOL
2.- Bendito seas, mi Señor
RE
por el tiempo nublado y sereno,
mim DO
y por el viento que nos despeja
SOL RE
golpeando en nuestra cara.

SOL
Bendito seas, mi Señor
RE
por la limpia hermana agua
mim DO
ella es útil, humilde y casta;
SOL RE
se cuela por nuestro interior.

SOL
3.- Bendito seas, mi Señor
RE
por nuestro hermano fuego
mim DO
él es alegre, robusto y bello,
SOL RE
nos da luz y calor.

SOL
Bendito seas, mi Señor
RE
por la hermana madre tierra,
mim DO
produce frutos, flores y hierbas,
SOL RE
nos sostiene y nos lleva.

SOL
4.- Bendito seas, mi Señor
RE
por nuestra hermana muerte,
mim DO
de la que nadie puede escapar;
SOL RE
alabad y bendecid.

SOL
Bendito seas, mi Señor
RE
por la hermana amistad,
mim DO
la cual es muy necesaria
SOL RE
para el corazón del hombre.


Hermana Clara

MI fam# SI7
1.- Clara es tu nombre, claro tu vivir,
MI
trigo tus cabellos, miel tu sonreír.
MI7 LA
Frágil como un mimbre, sed de eternidad.
MI
* Dios te da su fortaleza,
SI7 MI
sol de claridad. (bis)

MI
CLARA, CLARA, CLARA,
fam# SI7
TRIGO, LIRIO Y LUZ.
CLARA, CLARA, CLARA,
MI
ESPOSA DE JESÚS.
CLARA, CLARA, CLARA
MI7 LA
ALMA DE CRISTAL,
MI
* EN INVIERNO Y EN LA NIEVE
SI7 MI
FLORECIÓ EL ROSAL. (bis)

MI fam# SI7
2.- Alma franciscana, llama de oración,
MI
búsqueda constante en tu sed de Dios.
MI7 LA
Flor que nos ofrece la eternidad.
MI
* Dios te da su fortaleza,
SI7 MI
sol de claridad. (bis)